miércoles, 29 de febrero de 2012

Un día en clase


Haciendo la presentación  de la asignatura TIC aplicadas a la Educación a mis alumnos del Grado de Primaria, descubrí cuando hice un comentario sobre mis creencias  respecto a las tecnologías,  y a propósito de señalar las características de la Sociedad de la Información y de la Comunicación, que mis alumnos no pensaban que …

Las TIC no empujan la velocidad de la mente”…”que acceso a más información no significa más conocimiento”,  por sus caras me imaginé que era para ellos algo complicado lo que les estaba diciendo, sobre todo porque sus experiencias personales son contrarias a lo que estamos diciendo.  Viven, piensan y asumen que las tecnologías les hace ir más rápido y, es cierto, pero no cuando se trata de aprender y enseñar  (son futuros docentes).

Tenemos un tiempo para madurar las “cosas” que aprendemos. Necesitamos tiempo para madurar lo que adquirimos, no es cuestión de cantidad sino de calidad.

Las tecnologías nos ayudan, nos facilitan y nos lo pone más rápido a nuestro alcance,  pero es nuestra mente la que busca la “utilidad”.

Como dice Joan Domenech en su libro Elogio de la educación lenta.

Más, antes y más rápido no son sinónimos de mejor , y educar para la lentitud significa ajustar la velocidad al momento y a la persona”