martes, 4 de septiembre de 2007

Soy una "Inmigrante digital"

1º Parte
(lo que se quedo en el tintero)

El 29 de julio me encontraba en Valencia –Venezuela- formando parte de un Tribunal D.E.A, cuando pensé… qué es lo que estaba haciendo tan lejos de mi casa -a estas alturas del curso- y exprimiendo mis últimos coletazos de energía intelectual (si se puede llamar así). Cuando en unos de mis tiempos “libres” recordé que he vuelto a cometer otra vez uno de mis despistes… olvidarme de que mi blog estaba ahí para compartir mis pensamientos sobre algo no demasiado concreto y científico sino más bien filosófico y reflexivo sobre mis experiencia e ideas sobre las TIC.
... lo que hacía y hago en aquellos lugares tan bellos... (sólo lo que algún que otro día he podido visitar)

Consiste (a parte ser una de las profesoras que imparte el doctorado) en romper un poco con el interés efusivo. Afirmo esto porque soy la que no habla de los temas que a la mayoría les interesa... por un lado, creo que ya hay demasiados hablando de ello y por otro, reivindicar otras necesidades olvidadas en el mundo de la educación en TIC a las que se le da poca importancia y creo fundamentales. Ahora está de moda la formación a través de plataformas virtuales y diseños de multimedia que van a resolver “todos los problemas que tiene la enseñanza”.
Como decia, para dar un giro a todos esos discurso hablamos de cómo se debería de introducir las nuevas tecnologías en los niveles de infantil y primaria. Reflexionar sobre lo imprescibdible que es crear una base educativa para el uso de las TICs. Espero que mis palabras sobre estrategias de utilización en estas edades les hagan pensar sobre la importancia de comenzar una alfabetización digital a edades más percoces y de forma más continuada. Esto me trae el recuerdo tan ... no se cómo calificarlo cuando por primera vez que leí el término “inmigrante digital” …yo soy una…

2º Parte
(retomamos nuestras reflexiones)

Ayer volví a mis tareas docentes (en mi universidad) después de un más que merecido mes de descanso (y no tres como piensan que tenemos … aunque por otros prefiero no hablar) en el que he intentado con fuerzas y ganas desconectar del mundo entero y dedicarme a sentir el tiempo con más serenidad y no con tanta locura como me ocurre durante todo el año.

No he leído el correo electrónico en 30 días aunque reconozco que a veces me he sentido tentada. Me decía -a mi misma- que sólo me traería nuevas preocupaciones y en estos momentos no me interesan…o no quiero que me interesen.

Lo curioso es que ayer cuando abrí mi correo me sentí como una niña impaciente por ver lo que le han regalado…cuando la realidad es que me tiré más de dos horas borrando y seleccionando lo que había recibido…tuve razón todo en su mayoría pudo esperar y las nuevas preocupaciones no las he sentido hasta ayer.

Nos creamos necesidades que no tenemos y justificamos acciones que no son imprescindible.


"Los nativos del mundo digital y el futuro de las TIC”