Haciendo la presentación de la asignatura TIC aplicadas a la Educación a mis alumnos
del Grado de Primaria, descubrí cuando hice un comentario sobre mis creencias respecto a las tecnologías, y a propósito de señalar las características
de la Sociedad de la Información y de la Comunicación, que mis alumnos no pensaban
que …
“Las TIC no empujan la velocidad de la mente”…”que acceso a más
información no significa más conocimiento”, por sus caras me imaginé que era para ellos algo complicado
lo que les estaba diciendo, sobre todo porque sus experiencias personales son
contrarias a lo que estamos diciendo.
Viven, piensan y asumen que las tecnologías les hace ir más rápido y, es
cierto, pero no cuando se trata de aprender y enseñar (son futuros docentes).
Tenemos un tiempo para madurar las “cosas” que aprendemos. Necesitamos
tiempo para madurar lo que adquirimos, no es cuestión de cantidad sino de
calidad.
Las tecnologías nos ayudan, nos facilitan y nos lo pone más rápido
a nuestro alcance, pero es nuestra
mente la que busca la “utilidad”.
Como dice Joan Domenech
en su libro Elogio de la educación lenta.
“Más,
antes y más rápido no son sinónimos de mejor , y educar para la lentitud
significa ajustar la velocidad al momento y a la persona”