Después de un tiempo más que considerable de no aportar nada a éste mi querido blog al que en la mayoría de las ocasión relego a no sé qué último plano, vuelvo a intentar comunicar y compartir mis últimos trabajos y reflexiones sobre la tarea que ocupa la mayoría de mi tiempo profesional: la formación del profesorado.
No hace más de una semana estuve en EDUTEC´09 y mi participación fue en una mesa redonda cuyo título es el de este post. Uno de los documentos que utilice para mi exposición fue la investigación realizada en enseñanza Primaria y Secundaria de Sigalés, Mominó, Meneses y Badía (2008). Este estudio parece demostrar que el ámbito de las percepciones es fundamental. Hay una disposición individual del profesorado mayoritaria bastante positiva hacia el uso de TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje (E-A) y una alfabetización aceptable de los profesores, aunque no general, pero hay factores ambientales y probablemente reservas mentales vinculadas a la necesaria transición del rol docente del instructor al facilitador de aprendizaje que operan como resistencias.
Hay un ambiente social favorable a la incorporación de las TIC en el aprendizaje escolar, fuerte, asociado especialmente a las oportunidades en el ámbito laboral y el desarrollo de las competencias que permitirían afrontar nuevas propuestas de formación en un futuro cada vez más inestable, cambiante…, pero no hay una percepción social dominante de las TIC como una oportunidad para un cambio educativo. Entre los profesores si hay una percepción significativa, creciente aunque no mayoritaria, de ver las TIC, como una oportunidad para la innovación.
Globalmente del estudio se interpreta que la línea dominante sigue siendo la percepción de las TIC entre los profesores que ven la tecnología como un medio para la mejora de la eficacia de los procesos de E-A tradicionales. Sorprende comprobar en este estudio que sólo uno de cada 7 centros escolares de secundaria sitúa las TIC como una prioridad en su proyecto educativo desde la perspectiva de la innovación. Todos parecemos estar interesado –los profesores-, decimos que estamos comprometidos con los cambios que se operan en la Sociedad de la Información, pero…, nos cuesta dar el paso de situar las TIC como motor del cambio metodológico.
Frente a cualquier otra consideración estrictamente vinculada a la didáctica, nada más y nada menos que el 35 % de docentes en secundaria indica que es la presión social la que les “fuerza” a incorporar TIC en su práctica, o incluso ambientales del propio centro. Idea que nos da luz sobre la lentitud del proceso en el avance del uso de TIC en los entornos de aprendizaje en los centros escolares de primaria y secundaria.
Globalmente del estudio se interpreta que la línea dominante sigue siendo la percepción de las TIC entre los profesores que ven la tecnología como un medio para la mejora de la eficacia de los procesos de E-A tradicionales. Sorprende comprobar en este estudio que sólo uno de cada 7 centros escolares de secundaria sitúa las TIC como una prioridad en su proyecto educativo desde la perspectiva de la innovación. Todos parecemos estar interesado –los profesores-, decimos que estamos comprometidos con los cambios que se operan en la Sociedad de la Información, pero…, nos cuesta dar el paso de situar las TIC como motor del cambio metodológico.
Frente a cualquier otra consideración estrictamente vinculada a la didáctica, nada más y nada menos que el 35 % de docentes en secundaria indica que es la presión social la que les “fuerza” a incorporar TIC en su práctica, o incluso ambientales del propio centro. Idea que nos da luz sobre la lentitud del proceso en el avance del uso de TIC en los entornos de aprendizaje en los centros escolares de primaria y secundaria.